mascotas ninos

¿Está buscando una mascota sin mucho esfuerzo, que le guste jugar y sea amable con los niños? ¿Cuál de los dos podría encajar?
¡Por supuesto, gatos! Los gatos son una buena opción porque son una adición alegre a cualquier familia. Además, pueden ayudar a sus hijos de muchas maneras. Los gatos son especialmente buenas mascotas para los niños pequeños y las familias estresadas, que de lo contrario no tienen tiempo suficiente para cuidar a una mascota que necesita cuidados. Aquí hay 8 razones por las que los gatos son mascotas ideales para los niños.

#1 Son de bajo mantenimiento.

Los gatos son fáciles de cuidar. A diferencia de los perros, los gatos pueden cuidarse solos. Por lo general, no necesitan un baño o paseos diarios, ya que hacen su trabajo en una caja de arena pequeña y limpia. Sólo los gatos de pelo largo deben cepillarse 1 vez al día para eliminar el exceso de pelo. De lo contrario, las bolas de pelo pronto ruedan por la casa.

#2 Puedes enseñar a los niños sobre la empatía.

Los niños reconocen que los gatos también tienen sentimientos, esto puede ayudarles a ponerse en el lugar de su amigo de cuatro patas y considerar sus sentimientos. Así que cuando los niños aprenden a ser cuidadosos y respetuosos con el gato, aprenden empatía, y esa es una gran cualidad que beneficiará a los niños a lo largo de sus vidas.

#3 Son divertidos, juguetones y ágiles.

¿Qué es lo que más les gusta a los niños? Por supuesto, les gusta jugar! ¿Qué les gusta hacer a los gatos? A los gatos también les gusta jugar! Así que los gatos son compañeros perfectos para los niños. Son divertidos y bastante acrobáticos, pueden correr, saltar e incluso bailar!

#4 ayudarle a recuperarse de un trauma.

Los gatos pueden proporcionar cierto apoyo a los niños que pueden hacer frente a las consecuencias emocionales de un evento traumático. Vivir con una mascota puede ayudar a acelerar el proceso de rehabilitación al proporcionarle a la sociedad, estructura y afecto. Pero incluso con un poco de dolor, los gatos son útiles.

#5 usted ayuda a evitar posibles alergias.

Los niños que crecen con un gato desarrollan menos alergias. Los investigadores encontraron que mantener un gato en casa puede reducir la probabilidad de alergias en la edad adulta. El estudio mostró que los adultos jóvenes que tenían gatos en casa cuando eran bebés eran propensos a desarrollar una cantidad significativa de anticuerpos contra los alérgenos de las mascotas. Este proceso se llama sensibilización alérgica.

#6 Aumentan la autoestima de los niños.

Los niños que tienen un gato tienen una autoestima más alta porque tareas asignadas como alimentar al gato o llenar su cuenco de agua les dan a los niños una sensación de logro y les ayudan a sentirse independientes y competentes.
A los niños les gusta jugar con gatos, hablar con ellos e incluso leerles. Todas estas actividades tienen un impacto directo en el desarrollo verbal de los niños pequeños. Los gatos pueden actuar como un atractivo estímulo verbal que facilita la adquisición del lenguaje y mejora las habilidades verbales de los niños.
Los gatos también pueden apoyar emocionalmente a los niños, elevar su estado de ánimo y aliviar las emociones negativas cuando se sienten estresados. El apoyo de los gatos tiene ventajas sobre el apoyo social de los humanos. Los gatos hacen que los niños se sientan aceptados incondicionalmente, mientras que la gente a veces puede juzgar y criticar.